La finalidad fundamental de los miembros de las órdenes y congregaciones es excluir su propia alma y ser ejemplo salvífico para toda la sociedad con su pobreza, castidad y obediencia, vividas conforme al carisma específico de la constitución de cada orden o congregación.
Es una teoría enteramente nueva respecto a la constitución de la Iglesia, que es rechazada tanto por la Iglesia Católica como por la Griega. Ningún de ellos admite la existencia de las llamadas ramas de la Iglesia. Los cismáticos griegos, no menos que los católicos, afirman que ellos, y solamente ellos, constituyen la Iglesia. Adicionalmente la decanoía del colectivo anglicano rechaza esta teoría. No es sino la creencia de una escuela, aunque sea distinguida. Es casi una reductio ad absurdum el que se nos pida creer que una sola escuela de una secta particular es la única depositaria de la verdadera teoría de la Iglesia. Es enteramente indefendible la afirmación hecha por muchos anglicanos de que no hay cero en su posición contrario a la tradición eclesiástica y patrística. Los Padres usaron contra los donatistas argumentos exactamente aplicables a su caso. Se sabe por la “Panegírico” que la extraordinario demostración de este punto por el cardenal Wiseman fue uno de los factores principales que produjeron la conversión de Newman. En la controversia con los donatistas, San Agustín tiene por suficiente para su propósito alegar que los que se separan de la Iglesia Universal no pueden tener razón. Para él es una simple cuestión de hecho. ¿Están los donatistas separados del corpulento de los cristianos, o no? Si lo están, ninguna excusa de su causa puede absolverles de la recriminación de cisma. “Securus judicat orbis terrarum bonos impar esse qui se dividunt ab orbe terrarum in quâcunque parte orbis terrarum” (El mundo inalterable juzga con seguridad que no son buenos los que se separan del mundo firme en cualquier parte del mundo impasible---Agustín, Contra epist.
Los metropolitanos son elegidos por el papa a partir de una inventario de tres candidatos enviada por el Concilio de obispos. Iglesia católica bizantina rutena
Al considerar la evidencia del Nuevo Testamento sobre el asunto, aparece Inmediatamente que hay una marcada diferencia entre el estado de cosas revelado en los escritos tardíos del Nuevo Testamento, y la que aparece en los de día más temprana. En los escritos más antiguos encontramos sólo escasa mención de una organización oficial. Tales posiciones oficiales que pueden acontecer existido parecerían haber tenido último importancia en presencia de los carismas milagrosos que el Espíritu Santo concedía a los individuos, que los capacitaba para desempeñarse como órganos de la comunidad en diversos grados. En sus primeras Epístolas Santo Pablo no tiene mensajes para los obispos o diáconos, aunque las circunstancias de que trató en las Epístolas a los Corintios y en la de los Gálatas parecerían sugerir una referencia a los gobernantes locales de la Iglesia.
, es importante aclarar y hacer énfasis en la dualidad que presenta. Para principiar, se puede Concretar a la Iglesia bajo una perspectiva de estructura social y universal o admisiblemente como un sitio físico al que acuden los feligreses a congregarse con regularidad. En este orden de ideas, se pueden establecer los siguientes conceptos:
Ninguna explicación baste para razonar este aberración salvo la doctrina católica de que la Iglesia no es una sociedad natural sino sobrenatural, que la preservación de su vida casto depende, no de ninguna clase de la naturaleza humana, sino de la vivificadora presencia del Espíritu Santo. Los principios de reforma católicos y protestantes están en marcado contraste individualidad con el otro. Los reformadores católicos han recurrido de una momento por todas al modelo establecido en presencia de ellos en la persona de Cristo y al poder del Espíritu Santo para alentar nueva vida en las almas que Él ha regenerado. Los reformadores protestantes comenzaron su obra con la separación, y por este acto se aislaron a sí mismos del seguro principio de vida. Por supuesto nadie pretende negar que en las congregaciones protestantes haya habido hombres de grandes virtudes. Incluso Vencedorí no es excesivo afirmar que en todos los casos su virtud se nutría de lo que quedaba en ellos de la creencia y ejercicio católica y no de lo que his comment is here hubieran recibido del protestantismo como tal.
Una iglesia es una edificación donde se desarrollan servicios religiosos públicos y se presentan imágenes o reliquias que son adoradas por los fieles. El término ecclesĭa
Luego se ha observado (VI ) que un miembro de la Iglesia puede haber perdido la Chispa de Dios. En este caso es una rama marchita de la Vid verdadera; pero no se ha separado definitivamente de ella. Aún pertenece a Cristo. Se requieren tres condiciones para que un hombre sea miembro de la Iglesia:
Incluso los enemigos de la Iglesia se dan cuenta de la santidad de la Ceremonia. Ciertamente, los frutos de santidad no se encuentran en las vidas de todos los hijos de la Iglesia. La voluntad del hombre es libre, y aunque Jehová dé la Chispa, muchos de los que se han unido a la Iglesia por el bautismo hacen poco uso del don. Pero en todas las épocas de la historia eclesiástica ha habido muchos que han ascendido a las sublimes cumbres de la abnegación, del simpatía al hombre y del simpatía a Jehová. Sólo en la Iglesia Católica se encuentra esta especie de carácter que reconocemos en los santos---en hombres tales como Santo Francisco Javier, San Vicente de Paul y muchos otros. Fuera de la Iglesia los hombres no buscan tal santidad. Encima, los santos y todos los demás miembros de la Iglesia que han apurado algún cargo de piedad, siempre han estado dispuestos a inspeccionar que debían todo lo que era bueno en ellos a la Chispa que concede la Iglesia.
El Cisma de Oeste afectó a la Iglesia católica desde 1378 hasta 1417 y provocó fuertes tensiones y el surgimientos de ideas de tipo conciliaristas, según las cuales un concilio podría tener más autoridad que el papa en algunos puntos.
Por ejemplo: «Todos los domingos por la mañana voy a la iglesia a pedir por la Lozanía de mi madre»
Cuando deben tomarse decisiones sobre la fe (dogma) y los lineamientos morales de la institución, se convoca un concilio ecuménico: una asamblea en la que se reúnen todos los obispos del mundo y que es presidida por el Papa.
Pues las sociedades que llamamos Iglesias existen como encarnación de unos ciertos dogmas sobrenaturales y de un principio de gobierno acreditado divinamente. Luego, cuando las verdades previamente presentadas como de Confianza son rechazadas, y el principio de gobierno considerado Intocable se repudia, hay una ruptura de la continuidad, y se constituye una nueva Iglesia. En esto la continuidad de una Iglesia difiere de la de una nación. La continuidad Doméstico es independiente de las formas de gobierno y de las creencias. Una nación es un conjunto de familias, y en cuanto que estas familias constituyen un organismo social autosuficiente, permanece la misma nación, cualquiera que sea la forma de gobierno. La continuidad de una Iglesia depende esencialmente de su gobierno y creencias.
La Iglesia católica cuenta como católicos a todos los bautizados en la Iglesia (o admitidos a la misma si lo piden y habían sido antiguamente bautizados en otros grupos cristianos) con sus derechos y deberes, y que no hayan hecho acto formal de defección de ella. Para la Iglesia católica quien no practica como católico sigue formando parte de ella.
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